La neutralidad de la red es poder elegir.
¿Quién elige el contenido que ves y usas en Internet?En este momento, TU Y SOLO TU eliges.
Te conectas a Internet, abres tu navegador y visitas los sitios de tu elección.
La neutralidad de la red hace esto posible porque prohíbe que tu proveedor de Internet bloquee páginas de forma indiscriminada.
¿Que pasaría si un día decides buscar algo en Google pero te encuentras con que su web va tan lenta que no puedes usarla? O pero aún, que ni siquiera puedes acceder a la página de Google.
Es probable que después de tanta frustración decidas acceder a otro buscador para encontrar lo que quieres. Sin neutralidad en la red, el caso propuesto podría volverse demasiado común.
Tu proveedor de Internet, la compañía que opera tu conexión física a Internet, y a la que pagas todos los meses, podría decidir degradar tu acceso a sitios como Google o bloquear totalmente su acceso.
¿Por qué haría algo así tu proveedor? Porque tal vez ha firmado un acuerdo de exclusividad con un buscador rival de Google.
Tu proveedor de Internet tendría entonces un gran incentivo en desviarte hacia esa otra compañía.
O quizás quiere desarrollar su propio motor de búsqueda e imponértelo usando su poder para controlar tu conexión evitando así que vayas a Google porque ha decidido degradar o bloquear el acceso a su web porque Google no le paga lo que quiere.
He aquí otro escenario. Supongamos que quieres utilizar Skype para hacer tus llamadas.
Un día, sin ninguna razón, Skype se vuelve lento o se cortan las llamadas y no puedes usarlo.
Un mes más tarde, tu proveedor de Internet lanza su propio servicio de telefonía por Internet.
¿Realmente Skype era malo o es que tu proveedor hizo algo al respecto?
Skype es sólo una de las aplicaciones que funcionan sobre Internet.
Los ISPs están entrando en el negocio de los proveedores de contenidos de vídeo de forma que muy pronto estarán compitiendo con otros proveedores de vídeo. Si tu ISP tiene intereses económicos por premiar a un proveedor de vídeo frente a los demás, podría degradar el acceso del resto de los proveedores.
Casos de este tipo, no sólo son posibles, si no que son reales. Y seguirán ocurriendo mientras los principios básicos de la neutralidad de la red no se conviertan en una ley de obligatorio cumplimiento.
Por desgracia los políticos actuales no consideran que la neutralidad de la red es lo suficientemente importante como para convertirse en ley.
Si te importa poder acceder con libertad a lo que tú quieres en Internet es el momento de movilizarte y exigir el respeto a la neutralidad de la red.
Como siempre ha sido. Como debe ser.
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