Si bien la decisión de Microsoft de no limitar la cantidad de aplicaciones que pueden correr en Windows 7 Starter nos parece correcta, nos asombra que ahora pretendan imponer límites al hardware que se puede usar con su sistema operativo. Aún peor es ver que al menos en lo que a la pantalla se refiere, los límites para los fabricantes son peores que con Windows XP y Vista. Como puedes ver en la imagen superior, la versión básica de Win7 se podrá usar únicamente en ordenadores con pantallas menores a las 10,2 pulgadas, con 1GB de RAM o menos, con discos duros de 250GB o SSDs de 64GB y procesadores single-core de hasta 2GHz.
La verdad es que hasta Microsoft admite que los fabricantes venderán ordenadores con Windows 7 SE con mejores especificaciones que esas, pero si saben que sus límites son ridículos, ¿para qué pierden tiempo imponiéndolos?
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